Connect with us

Published

on

Por esas cosas de la vida, que me han llevado a tener minutos, horas y días dedicados a la música en diferentes formas, esas cosas de la vida que parecen azar pero al final no lo son, conocí a Feliú Ventura en mayo de este año. Lo conocí físicamente, pues en realidad sus discos habían estado hace algún tiempo en el estante de la casa y su nombre ya me había sido mencionado por amigos de fuera. Debo reconocer que nunca escuché con mucha detención sus canciones, llevada por mi eterno prejuicio relativo a la canción con guitarra. No tengo nada contra la trova, es sólo que en general me encuentro con canciones del Tú y Yo, el amor eterno, cuando vendrás, blabla, y cuando eso pasa recurrentemente la temática se me hace repetitiva y un poco agotadora.

Sin embargo, Feliú resultó ser uno de esos descubrimientos que a uno le alegran, esos que los melómanos entenderán. ¿Alguna vez una canción le hizo sentirse feliz? ¿Lo emocionó hasta las lágrimas? Entonces comprendará lo que significó en mi caso ser parte de la experiencia de Feliú, quien más que venir a tocar a Chile, vino a conocer la tierra de Victor.

Esa sóla idea me generaba angustia. ¿Qué es la tierra de Victor? ¿Existe, acaso algo semejante? Entre tanto neón, tanta farándula, tanto efectismo, ¿vemos en Chile aún esa tierra?. Angustia, porque antes de pisar Chile, sus correos y el contacto que tuvimos era de alguien que venía a conocer un lugar que había escuchado en canciones, conocido en fotos, documentales, y de alguna manera idealizado como la cuna de poetas o cantautores influyentes. ¿Es Chile eso todavía?

Porque Feliú, a miles de kilómetros, fue fuertemente influenciado por el trabajo y la vida de Victor. Tanto como para que pasados varios años, aún tuviera la idea de algún día pisar nuestro país. No detallaré todas las actividades musicales que tuvimos con Feliú mientras estuvo por estos lados. Solo diré que conocerlo me hizo vernos en un espejo, su visita me hizo obligarme a reflexionar qué somos a nivel artístico, cultural en este momento. Y la conclusión es que somos mucho. A veces uno necesita un cristal ajeno para valorar lo que tiene y la visita de Feliú vino en un momento justo, para reafirmarme que la creación en Chile está más viva que nunca y que el trabajo en diferentes frentes, escribiendo proyectos, generando giras, produciendo conciertos e incluso la web de Aldea Local tienen mucho sentido. La canción de autor, letra y música, tuvo un tremendo efecto en mí.

Todas las presentaciones, las visitas, tuvieron al espíritu de Victor Jara rondándonos o por lo menos, estuvo en nuestra memoria en cada lugar, más que él, su mensaje y su trabajo. Sentados frente a su tumba en el último atardecer de Feliú Ventura en Chile, fue el mejor cierre de una visita en busca de su legado en el país de hoy. Porque la tumba estaba llena de vida, llena de regalos, llena de mensajes, de este pueblo que no le olvida y que lo sigue teniendo en la retina. Y así como su obra es base para muchos cantautores de nuestro país, también lo es para otros que viven a miles de kilómetros.

Me enorgullece dejar hoy registro en la web de Aldea Local una de las muchas experiencias de esta visita. Feliú Ventura, cantando su canción Estadi Xile (Estadio Chile), en el mismo estadio que fue una de las últimas cosas que el Victor de todos registró en su memoria. Gracias a los amigos de La Vitrola por el trabajo, el tiempo y las confianzas. El actual Estadio Victor Jara volvió a ser Chile por unos momentos, abriendo heridas que todos tenemos, que sólo se curan con memoria.

Feliú y Borja, con el asiento blanco en medio.

Productor en Nueva Santiago. Docente en Instituto Profesional ARCOS. Investigador musical en series de tv "Cassette, Historia de la música chilena" y "Chile en llamas". Gestor de proyectos musicales.

Continue Reading
2 Comments

2 Comments

  1. Salvador Moscardó

    28 agosto, 2012 at 2:06 pm

    Vosotros tuvisteis la suerte de tener a Victor Jara y nosotros tenemos a Feliu y a Raimón, pero mirad si estamos lejos en kilómetros y tan cerca en sentimientos que no hay distancia. Un abrazo para todos vosotros desde Xàtiva (Pais Valencià)

    • Pamelax

      29 agosto, 2012 at 12:40 pm

      Gracias, Salvador por tu comentario. Efectivamente, nos aleja la distancia y nos acerca la música y el sentimiento. Un abrazo desde Santiago de Chile!

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Tendencias