El verdadero legado de Benjamín Mackenna y Los Huasos Quincheros

Tras la muerte de Benjamín Mackenna, integrante de Los Huasos Quincheros, algunas figuras SCD como su presidente Rodrigo Osorio (Sinergia) o Denisse Malebrán (Saiko) se refirieron a «su importante legado y aporte al folklore nacional». Si bien muchxs socixs cuestionaron este «homenaje», la dirección de la SCD sigue firme en su postura.

A veces vale la pena recordar algunas cosas, como que Benjamín Mackenna, una vez ocurrido el golpe militar, fue en persona a EMI como funcionario de la dictadura a pedir que borraran todas las grabaciones de los artistas de izquierda. Entonces, ¿A qué aporte a la música chilena se refieren cuando hablan de su legado?

Quienes aplauden el aporte de Mackena con Los Huasos Quincheros sostienen que todas las personas que lo critican «están sesgadas ideológicamente», por lo tanto, no son capaces de apreciar nada en ellos. Pero ese argumento es una falacia para huir del debate y sólo intentar validar sin argumentar sus posiciones como únicas representantes de la objetividad.

El trabajo y legado de un artista se pueden analizar de muchas formas, desde muchos ángulos y miradas, pero lo que define si su obra tendrá finalmente un espacio relevante en la historia es la misma sociedad. Desde ahí, quienes aplauden a Mackenna lo hacen en base a su talento como músico y no por el impacto de sus obras en dicha sociedad.

Si Mackenna ejecutaba bien o mal los instrumentos que tocaba, si afinaba o desafinaba cantando, si tenía una buena o mala puesta en escena no son el tema a debatir en estos momentos. El tema a debatir es qué posición han tomado cuando la historia ha exigido definiciones y bajo ese prisma es importante que todxs lxs musicxs que reivindican la música chilena y deliran con el concepto «rock chileno» recuerden un poco de historia de nuestro país.

En 1979 el dictador Augusto Pinochet decretó a la cueca como baile nacional. Pero no fue cualquier cueca, sino, la patronal: curiosamente, la misma que tocaban Los Huasos Quincheros.

De esa fecha en adelante, la dictadura lideró un adoctrinamiento cultural en Chile donde se impuso un baile en las escuelas, con una figura del huaso ajena a la auténtica realidad en los campos, reivindicando al patrón de fundo y a una cueca única que coincide con la de los ricos. Los mayores representantes de esto fueron justamente Los Huasos Quincheros. Entonces volvemos a la pregunta ¿cuál es su aporte a la música chilena? su aporte es ese adoctrinamiento.

Así, cuando Mackenna se presenta en EMI para que borraran la «música de izquierda» (que es de izquierda por hacerse cargo de los pesares del pueblo) lo que se se intentó borrar fue el trabajo de cientos de folkloristas chilenos y con ellos la voz de los oprimidos en las labores del campo. La tarea de la dictadura fue posicionar a Los Huasos Quincheros como los más altos exponentes de un folklore chileno «bien», que va por la misma línea ideológica de censurar y borrar de la historia a folkloristas torturados, exiliados y en varios casos asesinados por pensar diferente.

Para hablar de legado hay que hacerse cargo de la construcción histórica del mismo y sus implicancias sociales. No se trata de sesgo ideológico, no se trata de aplaudir todo lo que es de izquierda y atacar todo lo que es de derecha. Se trata de que la derecha impuso con violencia un tipo de folklore para silenciar otro y ante esta realidad nosotrxs hacemos memoria y nos posicionamos contra el engaño.

Que no se engañen lxs defensores de Mackenna y Los Huasos Quincheros: lxs que están sesgadxs por el adoctrinamiento de la dictadura son ellxs y no quienes se posicionan contra ella, pues lamentablemente no pueden tomar distancia del daño que la violencia ejerció en la música de raíz folklórica en Chile.

Así que cuando hablamos de legado, sí, Benjamin Mackenna y los Huasos Quincheros tienen un legado: el legado de quienes han querido detener y borrar la memoria de un pueblo.