Claudio Narea y Tributo White Album

«En Santiago no pasa nada»me decí­a un amigo hace un par de dí­as, tratando de explicar por qué la oferta cultural de otros paí­ses le parecí­a más interesante. «Uno tiene que rebuscarse para encontrar espectáculos que valgan la pena»remató.-  Convencida a demostrarle (y de paso, demostrarme) que está equivocado, decidimos empezar este fin de semana la cobertura de conciertos que Aldea Local comentará regularmente.

Hay algo allá afuera, en los rincones más inesperados de nuestra aldea: hay una escena musical que, sin darnos cuenta, crece, se expande y cambia. Una escena con vida propia, a la que sólo le falta tener conciencia de sí­ misma.-  Esa escena, será cubierta semana a semana, demostrando que la oferta de actividades culturales está al alcance de la mano. Sólo falta salir a descubrirla.

Basta revisar un par de minutos Facebook para darse cuenta que la cantidad de conciertos que se desarrollan semana a semana harí­a imposible cubrirlos todos. Trovadores en La Florida, Punks en San Miguel, lanzamiento de discos en Independencia, Aniversario de netlabels en Providencia, uf, muchí­sima oferta y sólo una noche de sábado.

Así­, salimos cargados con nuestras tarjetas BIP y la cámara de fotos, partimos a dos actividades a las que habí­amos sido invitados (je, je).

Sábado 5 de julio: Claudio Narea y Los Indicados + amigos en Sala SCD, 21:30 hrs, $3.000

Claudio Narea y Los Indicados + amigos partió puntualmente, como todo concierto que se desarrolle en la muy pulcra sala SCD. Algo me pasa cada vez que veo un concierto en ese local. La acústica es excelente y la poca cantidad de gente que cabe en la sala es muchas veces un punto a favor, pues logra crear un espí­ritu de concierto í­ntimo. Sin embargo, no puedo dejar de pensar que estoy asistiendo a ver una pelí­cula, cobijada en mi butaca. -¡Si sólo me faltaron las cabritas! En fin.

  De igual forma, eso no quita mérito a la actuación de Claudio Narea, quien se presentó dos noches consecutivas en la SCD.-  Hace algún tiempo fui a la presentación de su último disco, «El largo Camino al Exito»y en esa oportunidad sentí­ que si bien el grupo con el que estaba trabajando sonaba bastante bien, de igual forma le faltaba fiato, visual y musical. Ahora está claro que la práctica hace al maestro: la banda sólida, coordinada incluso en el estilo garage de sus vestimentas, los temas escogidos en un orden que permitió seguir la presentación con interés e invitados que hicieron sentir que estábamos en una reunión de amigos que quizás nunca se vuelva a repetir.-  Lo lamentable: la escasa presencia de público. Pero por otro lado, esto mismo permitió que todos los asistentes, músicos y público estuvieran relajados, pensando que a veces, somos los que somos y con eso basta. «El largo camino al éxito», «Rico el paí­s», «Doralisa», «Radio Desinterés»»Simplón», «Estrella Idiota»y Baile Mental fueron matizadas con intervenciones de diferentes personajes invitados especialmente para la ocasión, con quienes Narea se dio el gusto de interpretar canciones del soundtrack de su vida: Serge Gainsbourg y Devo, al lado de clásicos de Profetas y Frenéticos, o de Florcita Motuda, coronados por una delirante versión de Lo estamos pasando muy bien. En realidad, Narea con esta banda, lo está pasando muy bien. Y quienes asistimos, sentimos que eso era magní­fico.

Tributo a White Album – The Beatles: Cadenasso y la Corporación (Matorral), Leo Quinteros, Jirafa Ardiendo Los Coléricos, Termita, Halley, más fiesta «Revolution 9″. Preventa: $5.000, Puerta $7.000.-  Galpón Ví­ctor Jara, Plaza Brasil, 23:00 hrs

Terminada la presentación de Claudio Narea, y luego de saludarlo, como corresponde a toda persona educada, enfilamos hacia la Plaza Brasil, para asistir al Tributo al White Album.-  Debo reconocer que no sabí­a qué esperar de este concierto.-  Una, porque no entendí­a por qué no se llamó directamente Tributo al ílbum Blanco (o sea, en castellano). Dos, porque no me quedaba claro qué público asistirí­a a escuchar la ejecución de este disco doble, realizada por grupos que están recién pasando la lí­nea de bandas emergentes. Tres, porque la entrada me parecí­a cara. Y finalmente, porque en realidad nunca me gustó el afiche (con todo respeto).

En resumen, pensé que el concierto no iba a funcionar. Pero una vez más en mi vida, me equivoqué rotundamente.-  Y me llevé agradables sorpresas.

Llegamos al Galpón alrededor de las 11 y media, para entrar y de inmediato encontrarnos con Marí­a Paz, la representante de Jirafa Ardiendo, quien nos pregunta si acabamos de llegar. -¡Nos perdimos a Jirafa! Acababan de terminar de tocar, lo que fue una pena y doble pena pues ella nos habí­a invitado. En fin.

Respecto al recinto, debo decir que me gusta lo que está pasando con el Galpón Ví­ctor Jara. Se ha transformado en pocos años en un local que partió como alternativa y que ha pasado a ser protagonista de la noche en Santiago. Los conciertos de todo tipo se suceden unos a otros, de jueves a domingo:-  trova, pachanga, rock, folcklore, en un espacio que a pesar del nombre (galpón) tiene una excelente acústica. En otros aspectos técnicos, la altura del escenario permite ver las presentaciones cómodamente desde cualquier parte del local. El telón le da un aspecto teatral interesante.-  Finalmente, el que hayan incorporado una barra se agradece (aunque podrí­a estar un poco más surtida).

No pasaron muchos minutos desde que llegamos y la banda Termita ya estaba sobre el escenario. Partieron un poco inseguros, pero con buena ejecución de los temas, porque efectivamente y como decí­a el afiche, los grupos presentes interpretaban los temas del Album Blanco de The Beatles en perfecto orden (y perfecto inglés).-  Pasamos por Bungalow Hill, Happiness is a warm gun, para llegar a una exquisita versión de Martha my Dear.

Como ya dije, terminada la presentación de Termita tuve que reconocer que me habí­a equivocado. Que el público que estaba presente le dice White Album al album blanco. Que habí­a gente interesada en este Tributo, o por lo menos 400 personas dispuestas a pagar una entrada. Y que realmente valió la pena llegar a la Plaza Brasil, sobretodo para ver bandas que están ayudando a reescribir el camino del rock chileno.

Pensaba todo esto, cuando Los Coléricos se subieron al escenario. Debo reconocer que excedieron cualquier expectativa que pudiera tener.-  Partieron con una excelente ejecución, musical y vocal de Blackbird, a la que le agregaron interesantes elementos, para terminar la canción en una versión propia.-  Pasamos por Piggies, para llegar luego a una versión remozada de Rocky Racoon, cantada por el baterista, que no creo que haya cumplido los 20 todaví­a. Dont Pass me by, Why dont we do it in the road» todas tan bien ejecutadas, que entre chiste y chiste, el vocalista se vió obligado a aclarar que las canciones eran de Los beatles, no de ellos.

Otro corto intermedio y Leo Quinteros se sube al escenario.-  Nuevamente excelente ejecución, aun cuando lo notamos un poco complicado, tal vez porque debí­a cantar en inglés. Pero eso no le quita mérito a su calidad vocal. Realizó una preciosa interpretación de un tema tan delicado como Julia.-  Los músicos escogidos para interpretar Birthday agregaron onda a su presentación y todo el público lo disfrutó. Fue un gusto ver entre los asistentes a personas sobre 50 años junto a otros en sus veintitantos, alucinando con los temas, como si fuera primera vez que los oyeran.-  Pero en realidad han pasado 40 años de la grabación del Album Blanco. Y debo reconocer que fue una buena idea celebrarlos.

Quedaban dos grupos más» pero ya era hora de volver en Transantiago a la casita y guardar energí­as para la próxima excursión por la Aldea.

Por Pamela Gaete | Fotos: Claudio Gutiérrez