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Entrevistas

Almeyda de la Riddim: «Soy feminista porque quiero cambiar muchas cosas y siento que falta mucho»

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Cuando comencé a pensar en un especial de Aldea Local para el 8M, la idea era conversar con trabajadoras de la música más que creadoras musicales principalmente porque su trabajo es igual de importante, pero más desconocido. Sin embargo, así como hace unos días recibimos el comunicado de La Chinganera (a quien entrevistamos en este link) recibimos también información del video «Rara» de Almeyda de la Riddim. Estos dos trabajos hablan de poder femenino, por lo que decidí incluir entrevistas a ambas, una desde la mirada del Chile Profundo como dice La Chinganera y otra desde la mirada de la calle, urbana, como es Almeyda de la Riddim.

Entrevisté a Almeyda, en un encuentro por zoom muy ameno, porque, claro, a las dos por lo visto nos motiva la música y su importancia en lo social. Y las dos salimos buenas para conversar.

Cuando uno ve tus videos, propios y colaboraciones hay una especie de orgullo de clase, de la calle. ¿Es así?

Yo de chica he tenido la oportunidad de tomar clases y cosas, pero también he estado caleta en la calle, buscándome y siento que a mí me ha acogido mucho. Me conecté real con la libertad y con mi real objetivo, con el arte, que es un objetivo social. La calle me ha dado de comer y he estado muy, muy ligada a la gente en general. La gente ha sido super amable conmigo y con mis compañeras de trabajo en el arte también. Siento que este espacio fuera de las instituciones da una sensación muy llenadora en el momento de hacer el arte y que le llegue a la persona que está ahí, sin necesidad de que esa persona tenga para pagar un ticket de teatro o de una sala de danza, es algo que corta la barreras del capitalismo, del dinero. Estoy agradecida también de mis raíces, igual siento que existen varios Chile acá en este territorio y yo podido observar de cerca toda la diferencia que existe a nivel cultural y social. En algún momento estuve becada en una universidad super bacana, como muy elite, cuica, entonces pude aprender en esos momentos con mucha gente, gente que también valoro y todo, pero yo lo quería compartir con mi clase, con mi gente. Es bacán ser una actriz o una cantante bailarina de élite, que esté en unos espacios grandes, espacios de teatro o espacios de «alta alcurnia», pero yo renuncié a eso y quise llevarlo a mi gente, a mi pueblo.

¿Tú escribes tus letras? ¿cómo llegan a armar las canciones, la letra primero o el beat?

Sí, yo soy la escritora, de mis letras. Mira, tengo varias formas: lo primero, que es como lo más común, es a partir de una idea como “oye, necesito hablar de esto” ¿cachai? y escribo un par de ideas, cositas pero como anotaciones no más. Yo no soy beatmaker, pero tengo amiguitos y esas cosas entonces las he mandado a hacer como específicamente con ciertas indicaciones también, con ciertas ideas que tengan que ver también con el mismo tema, con la misma temática y que la potencie. Una vez teniendo la instrumental me pongo a escribir toda la canción y ahí obviamente con la armonía, hacer el coro y todo. También lo he hecho al revés, escribir una letra y luego tener una instrumental. Y la tercera opción sería desde la danza, como desde hacer un paso de baile y después hacer un coro a partir de eso. Qué quiere transmitir ese movimiento, ese paso de baile.

¿Por qué dancehall?

Yo principalmente hago dancehall porque me gusta el estilo jamaiquino afro descendiente, pero a la vez yo soy super versátil. Me gustan muchas músicas y muchas danzas, entonces yo no me defino como una cantante  de dancehall, porque soy chilena… y ni siquiera me siento tan chilena, porque soy así como super cortadita de raíz. Es que siento que está tan usurpada la cultura de acá que estoy en constante búsqueda y en este momento de mi vida a mí lo que me gusta bailar es el dancehall, pero sentía que toda las letras en el idioma que fueran, siempre eran letras super misóginas y super tratándonos como objeto a nosotras como mujeres, entonces eso fue lo que me ya un momento me hizo corto circuito y dije: tengo que crear para yo poder bailar tranquila estas volás. Yo creo que es una cosa de ancestralidad, mi corazón y mi útero, mi alma entera, vibra con la música de Jamaica y con esa sonoridad. El África, el tambor, la tierra me llama mucho y siento que es una liberación tremenda también para mí y todo mi linaje, mis abuela. Tampoco le hago el quite a las instrumentales de trap, de hecho acabo de grabar una volá de trap con muchas niñas para “Ni una menos” (se llama así la canción), pero me pasa que es como tan digital el sonido, como tan lejano a la realidad y la tierra. Yo soy super guitarrera, me encanta la música acústica y orgánica entonces por ese lado dije “ya me encanta la música urbana también” entonces donde encuentro algo que junte estas cositas.

Tienes una forma bien agitanada. ¿Cómo nace ese estilo?

Pasa que a mí me marcó mucho la comparsa en que estuve, porque fue justo el momento en que decidí dejar la institución de la universidad para irme a la calle y en ese momento sé cómo pero leí una audición que había para una comparsa gitana se llamaba “Carnavalito Gitano”  y me metí y fue lo mejor. Me hizo mucho sentido, era una comparsa con dos cuerpos, uno de danza y otro de música y era muy bacán estar por la calle, llevando todo ese trabajo a toda la gente de la calle y toda la gente de la población, también les niñes, nos miraban y era todo tan lindo. Eso me marco mucho, las melodías gitanas y árabes y orientales se me incrustaron en mi corazón y en mi ser y ahora siempre mis cantos salen así, es super impresionante; es como una fusión, porque ese carnavalito gitano tenía fusiones de todo, tanto del desierto, india, Balcanes, los gitanos, los árabes, los egipcios.

Justamente en el estilo árabe, cuéntame de Singá ¿De qué habla? ¿De cuidarse? o ¿también tiene una cierta inspiración erótica?

Sí, es como de las dos, pero yo creo que primordialmente es del lado del medioambiente, de la protección que tiene que existir urgentemente de las aguas, la liberación de las aguas, tanto externamente como internamente. Como te decía recién, cuando yo pude como estar en otros lados sociales observé que ellos tenían otras costumbres y mucha más conciencia de su cuerpo, mucha más conciencia de qué era lo que ellos consumían, como alimentos, entonces en esos momentos dije “ya, eso lo tengo que llevar a la canción”. Me parece una cosa demasiado importante, siento que esta tan dejado de lado la gente, la población, sobre todo la clase media, media baja, para mí todos somos pobres, todos somos pueblo, pero siento que estamos super dejaditos de lado, en el sentido de la información. Hay muy poca información de cuán importante es la alimentación, por ejemplo, con lo del Covid y está la patá. Muy pocas cosas han pasado a nivel nacional de televisión o los medios de comunicación como enfocados en lo de la alimentación. Eso es una cosa que me enerva, porque no le dan información a la gente y eso siento que es como tan necesario. Fui super consciente de que iba a ser mi primer single como mi primera canción y yo como digo en los primeros versos, ¿con qué parto? ¿Qué quiero decir en esto? También, bueno me encanta la música y todo como a nivel sensorial la música para poder bailar y todo, los ritmos, bacán, pero también qué quiero decir para meter en la cabeza a gente que de repente no tiene acceso, hacer ahí un poquito de reflexión o cositas así.

¿Cómo armaron el video? que tiene harta producción

Con el puro corazón nomá y también con todo el equipo que me apoya, que eran mis amigues. Partí primero pidiendo la instrumental, porque ya tenía una idea de que quería hacer. Hablé con mi amigo Energizer (saluditos pa él), un cabro de valpo, super aplicado y super auto gestionado, con pocos recursos pero mucho talento y mucho flow. Energizer hizo la instrumental y después yo me fui a Brasil a estudiar ahí música y danza africana, escribí la canción, ahí sola en una montañita y cuando llegué acá grabé la canción. Yo siempre dije “voy a sacar la canción pero con video”, entonces me puse a organizar y a cachar cuanto me podía cobrar una niña que se llama “Tímida Producciones”. Me dijo un precio, yo me fui de espaldas, porque yo trabajo en la calle, yo bailo y canto, realmente era imposible, pero me dijo que les interesaba mi proyecto, y ahí me dijo un precio mucho menor. Yo me puse a hacer ese dinero, yo fui la que obviamente pagué eso y por el lado de las bailarinas, la chiquillas eran puras amigas mías del Carnavalito Gitano, organizamos los ensayos, super auto gestionado, el vestuario también. Entre todas lo hicimos. Fue un aprendizaje impresionante con muchos errores también, muchas cosas que me enseñaron, eso fue totalmente sola, Macetero apareció el año que pasó, 2020 trabajé con él.

Tienes un montón de colaboraciones, ¿por qué?

En general colaboro porque primero quiero crear, me pasaba que no tenía cómo grabar yo mis canciones entonces a la mayoría de las propuestas yo altiro “ya, sí” porque yo quería puro cantar y lo que sea pa mostrar mi arte. Quiero colaborar y compartir mi visión, porque siento que es única, siento que no hay muchas personas que hablen de las temáticas que yo hablo o bien no están muy visibilizadas. Querer expandir este mensaje y también este estilo, porque es una fusión de muchos estilo. Eso es lo que yo quiero compartir también con la gente, siento estas colaboraciones como oportunidades también.

El lenguaje de tus canciones es muy simple, muy reconocible

Yo siento que escribo como converso, ocupo mi lenguaje de las situaciones cotidianas, entonces siento que ahí está la diferencia. La forma en que yo expongo el mensaje, porque sé que hay más artistas, y mucho respeto a muchas cabras y cabres que están ahí luchando para generar cambios, pero desde mi lado es también siempre ligado a un lenguaje callejero, a un lenguaje también de movimiento, es siempre ligado a la danza y a la liberación  y necesaria sanación del cuerpo.

Ahora hablemos del video de Rara ¿Cómo está compuesto tu equipo?

Yo tengo un team de danza, somos 12 y entre todas nos damos clases y estamos ahí en constante formación, entrenamiento. Son las chicas que principalmente me acompañan en el proceso de videoclip pero también existe una comunidad grande que son muchas chicas que toman clases y son parte de la cultura urbana. Además de ese equipo maravilloso de mujeres también está el equipo de Macetero, que son quienes pudieron llevar a cabo todo esto porque yo puedo ver un evento, de una tocata o una batalla o algo así, esa vibra hermosa de apañe y de muchos colores, muchas personalidades, identidades por todos lados, mucha libertad, en que todos se van a apoyar siempre, lo que sea que pase, entonces veo eso y siento que eso fue la gran tarea, la gran misión del equipo de visual de Panda y también del equipo de producción de Maceteros para el video.

¿Y cómo decidieron trabajar con Margo Orígenes en el vestuario? ¿Es importante el look en tu propuesta?

Es súper importante tener a alguien que esté conectada también con este movimiento, yo soy cantante y bailarina pero no soy costurera. Es importante tener ahí una cosa de calidad que no se me vaya a romper la identidad tampoco que se mezcló entre lo oriental, gitano y también el lado de lo urbano, mucho brillo, mucho shine. Entonces llego Margo y fue maravilloso ( saluditos para Margo), pues es una maravillosa diseñadora, super sensible y tiene una visión super como acertada de los tipos de identidades. Es super clave el lado visual y también en la comodidad porque nosotras hacemos dancehall, practicamos piruetas y practicamos el estilo, no puede ser cualquier vestuario.

¿Por qué haces talleres para otras mujeres?

Esta es una pregunta sensible: yo hago talleres principalmente por lo que significa expandir un saber, compartir. Me encanta ser amiga de mis alumnas, de hecho ni les digo alumnas, pero las cabras que toman clases, las estudiantas, son tan felices en las clases y yo también soy tan feliz al enseñar y al poder también aprender de ellas, en todo lo que vamos esparciendo entre nosotras. Tuve experiencias con unas profes de danza que siempre veían como “la profe” y las alumnas, como “hazme caso en todo, eres mi discípulo, eres mi súbdita y yo tengo la verdad, etc.” Yo estoy dispuesta a enseñar, quizás no estoy 100% preparada, no tengo tanta maestría, pero sí quiero compartir esto con mi gente, en mi territorio entonces lo que hice fue dar clases acá, en la villa, en la sede y fue una maravillosa experiencia. El 2017 comencé con mi primer taller de dancehall, seguí con eso, con ese estilo y también después despertando mis saberes, sabiendo que yo también debía enseñar canto. ¿Por qué? Porque siento que las niñas en general tienen opciones de tomar clases de baile, que son accesibles para las niñas pero los talleres de canto en general son más caros y son en academias o son particulares entonces igual es algo que no está tan cercano. En ese tiempo también empecé a sacar mi música y yo me dí cuenta de que las niñas de repente no podían ni siquiera decir su nombre. Esas cosas no se enseñan en los liceos, en los colegios no hay educación vocal ni corporal entonces en un momento fue como lo mismo que me pasó con mi propio canto. Yo también aprendí mucho de sus voces porque pa mí eso es la voz, es la representación del alma y lo concreto, como la sabiduría personal expresada para todas, compartida para muchas niñas y cada palabra que podía decir una niña, en una improvisación, le podía enseñar mucho a otra niña. Entonces sentí que era una cosa muy revolucionaria y muy maravillosa.

¿Tienes una canción llamada Rapin Love, con Simonky, que es muy sexual, crees que es necesario hablar de sexualidad?

Hablar de sexualidad me parece muy necesario, no hay educación sexual, falta demasiado, de hecho también me pasan muchas cosas personales con eso, porque no hay educación. Hay muchas cosas que son necesarias para que no las vuelvan a pasar las niñas. Lo que comienzo a hacer con Simonky que es mi compañero, Rapin love, también es como una puerta de entrada a hablar de sexualidad en las canciones y una sexualidad o tipos de relaciones que sean positivas, que sean guiadas también por la libertad y también de la salud, cosas sanas, porque también pasa mucho en la música urbana que hay muchas cosas que confunden a los niños y les enseñan cosas que yo considero que no son buenas pa ellos. Sobre todo a las niñas porque siempre se les trata más como objeto, se les da un rol también más pasivo y siempre más de servicio al hombre. Ver la sexualidad como algo prohibido, como algo desde la moral también, todo este lado de la religión, como algo taboo, hay que hablarlo de forma correcta. Por eso también intentando informarnos bien hicimos esta reversión de una canción jamaiquina que es bien conocida de Jamaica del dancehall, Ramping shop, de Spice y Vybz Kartel. La canción es super, pero super así, máximamente explicita. Yo tengo 26 y siento que recién estoy descubriendo, pero pa nosotros fue super hermoso, super emocionante. yo me puse a llorar cuando vi a dos personas bailando practicando el daggering, que es un baile de dancehall, pero que es super sexual, de hecho imita una copulación. Todo eso era tan hermoso, inspirador que fue como, “hay que hacerlo”. Prendimos de una, hicimos el video entre los dos y fue maravilloso todo. Rapin love para mí es una de las canciones que más me gusta, que más disfruto, porque también siento que es un tema tan necesario y tan lleno de traumas. Era muy necesario pa mí, pa mi entorno poder mostrar esto. Simonky también es rapero, y los dos siempre estamos escribiendo y por ese lado también se nos hizo super fácil escribirla.

¿Eres feminista?

Sí soy feminista. Llevo 2 años de carrera musical como cantante y como compositora y siento que me falta demasiado que decir y estoy aprendiendo mucho de todo. Sí, soy feminista, porque claro, quiero equidad, no estoy ni ahí con seguir perpetuando un sistema super horrible, super injusto para todes tanto para hombres como para mujeres y para las disidencias. Todo es muy injusto, todo lo que hace el patriarcado, sobre todo con las mujeres entonces si, poh, soy feminista porque quiero cambiar muchas cosas y siento que falta mucho.

¿Cuáles son los próximos pasos?

Vamos a sacar el disco completo, son 13 tracks, queda poquito, pero todavía falta así que no puedo dar fecha.“Voz que sana”, ahí hay varias canciones. Siempre aunque sea una canción de fiesta intento tirar alguna cuestión feminista o algo que deje una semillita de conciencia, pero quiero hacer miles de canciones y ojalá siempre pa nosotras, pa las cabras, porque también a nivel así de historia y de música estamos como super desplazadas. Bacán poder sacar la voz. Es cuático, a mí me pasa que también como no se en una junta social como que una dice una talla y no es tan chistoso pero un hombre dice una talla y todos cagaos de risa y eso pasa mucho en todo tipo de cosas y en la música también pasa mucho, quizá es por la educación que nos dan como más maternal, más de niñita, de princesita, más machista, porque claro los hombres van al estadio y sacan su voz y tienen tremendo vozarrón y no están ni ahí con decir cualquier wea, chuchás pa todos lados y a nadie le importa, en cambio una llega a decir una chuchá y es como “oye, qué onda esta cabra, que le pasa”. Somos de la misma cultura, todos nos relacionamos así.

Fotos: Macarena Paz Instagram @macarenapazfoto

Pueden suscribirse al canal de Almeyda de la Riddim en Youtube pinchando acá.

Agradecimientos a Macarena Velásquez por la gestión de la entrevista y a Benjamín Gutiérrez por la (ardua) transcripción.

Melómana de nacimiento, obsesiva de formación, actualmente paso mis días entre la música que me haga sentido, las bandas que manejo y a los hijxs que crío, a Nueva Santiago y a Aldea Local. Traductora, periodista, manager, productora, booker, distribuidora de discos, mami, pareja y colega, con dos gatas adoptadas. Leo y veo series. En Pandemia también tejo, coso, hago crochet, collages y rompecabezas. - Siempre el mejor proyecto es el que está por venir -

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