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Lollapalooza 2023: todavía podemos creer en festivales

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Gracias a la invitación realizada por Lotus, pudimos acceder como Aldea Local a los tres días de Lollapalooza de este año. Acá una mirada a lo que ha sido, según nosotros, el evento más importante de los últimos tres años.

Es viernes y comienza el primer día de Lollapalooza. Sorprende que el metro vaya relativamente desocupado para llegar hasta la estación Cerrillos, principalmente porque la convocatoria a este evento es definitivamente masiva. Mucha expectación, mucha prensa, muchas bandas programadas. Y es que a pesar que uno de los headliners ya había anunciado que no se presentaría (Blink 182) esto pasó a ser una anécdota en un evento que es mucho más que una presentación musical: Lollapalooza es sin lugar a dudas el festival de todos los festivales. Y la versión en Chile 2023 lo demostró con creces.

El ambiente de este año

Esta vez el público llegó temprano. Si en versiones anteriores, los primeros grupos en abrir tocaban para una cantidad de personas decente pero no repleta, este año se vio definitivamente más gente desde temprano los tres días acercándose a los escenarios. Lo que siempre conocemos de cada versión de Lolla es su lineup, pero para quienes no hayan asistido alguna vez, es importante detallar que la cantidad de stands, marcas, espacios hace imposible no quedarse con la sensación de no poder cubrir todo el evento. De hecho, es así: hay muchas cosas ocurriendo al mismo tiempo, muchos miradores desde los cuales ver las presentaciones, mucha información entregada a través de los diversos stands. Una energía bullente que se genera en torno a la música, que a ratos es un poco agobiante, pero que vale la pena a ojos cerrados conocer.

Foto: gentileza Lotus

Conciertos imperdibles y todo pasando

El Line up de este año en lo que bandas chilenas se refiere fue muy nutrido: Chini.png, Friolento, El Cruce, Pailita, Alex Anwandter, Cris MJ, Samsara, Young Cister, Vicente Cifuentes, Loyaltty, Alectrofobia, entre otros, junto a clásicos como Pettinellis o Pánico, fueron parte de estos tres días de música. Tampoco se puede olvidar el escenario Kids, que es intrínsicamente un espacio de bandas chilenas.

Al ingresar al recinto, el festival de este año estaba dividido en sectores, como Lolla Love o Aldea Verde. En el primero era posible recibir información en stands de disidencias, de mujeres, sex shops, incluso era posible hacerse el test de VIH. En el segundo, gran cantidad de organizaciones que trabajan sobre temas medioambientales esperaban a los asistentes para también contarles sobre su trabajo y concientizar sobre la importancia de estar todos involucrados en estas causas.

Dentro de su propia dinámica se encontraban las activaciones de marcas, donde Costanera Center o Banco de Chile (que además ponen el nombre a dos escenarios destacados en Lolla) no pararon en todo momento de realizar diversas actividades, sin importar quién estuviera cantando en qué escenario. Con verdaderas edificaciones construidas para este evento, cada una de sus terrazas permitía tener una vista privilegiada en las alturas de lo que estaba pasando abajo, que como ya dije, es mucho en simultáneo. Otras marcas presentes con stands realizando concursos o simplemente entregando productos fueron Bresler, McDonald’s, M&M, RedBull, Natura, Falabella, Levi’s, entre otras. Cabe mencionar que una de las mejores iniciativas fue la de Banco de Chile, que estaba a cargo de la accesibilidad lo que incluía zonas seguras para personas con discapacidad, de forma que pudieran disfrutar de los conciertos, lenguaje de señas y voluntarios específicamente dedicados a que quienes tienen capacidades diferentes pudieran también ser parte del evento. Incluso las cajas para comprar alimentos que eran de Lollapalooza incluían una de más baja altura para quienes estuvieran en silla de ruedas.

El escenario de Kidzapalooza también contaba con stands de tiendas de juguetes para infancia, lentes, peluquería, fotos con instrumentos musicales, etc. Las burbujas volaban de lado y lado, lo que daba un tono muy lúdico a estar ahí. Este escenario no es una anécdota: es una parte fundamental de la experiencia Lolla. Pudimos ver los shows del Perro Chocolo y Tikitiklip, que son definitivamente espectáculos de alta calidad para niños, y a Sinergia Kids, que es una refrescante propuesta orientada a la infancia por parte de la banda Sinergia, en la que nos presentaron no solo un show de canciones, sino que involucraron al público a través de un juego que va ocurriendo en paralelo se desarrolla el show. Muy bien pensado, muy bien logrado de parte de Sinergia.

Como ya dije, muchas cosas ocurriendo al mismo tiempo y la distancia entre escenarios no nos permitió en algunos casos llegar a ver las presentaciones completas de los artistas. Chini.png fue una de las primeras artistas chilenas en presentarse en esta jornada, definitivamente una de las mejores voces del indie pop chileno, con un trabajo a ratos introspectivo, a ratos divertido, siempre interesante, estrenando nuevo material. Francisco, el Hombre, gran banda brasileña con una propuesta de fusión muy interesante. Conan Gray, potente sonido. Vicente Cifuentes, como siempre un artista que desde su humildad nos envuelve con su carisma. Lil Nas X y Billie Eilish eran los platos fuertes de la noche y ninguno de los dos defraudó. Lil Nas X en un show que integró perfectamente todo lo que es su propuesta, con un escenario más trabajado, vestuario de diseño y canciones que funcionan perfectamente. Billie Eilish partió un poco tarde y con algunos leves problemas de sonido, que fueron resueltos a medida que el show avanzó. En todo caso, sus visuales, cámaras e iluminación estuvo muy logrado, con grabaciones en vivo que se volvían parte de las visuales, lo que le daba otra impronta al show. La noche terminó con ella lanzando girasoles al público. Importante decir en casi todo lo que vimos en el escenario Costanera hubo falencias en sonido. La única que sonó impecable en la primera jornada fue Kali Uchis.

Foto gentileza Lotus

En la segunda jornada, Rosalía fue definitivamente la gran ganadora. Con un carisma envidiable y el mejor álbum de rock alternativo según los últimos grammies bajo el brazo, la cantante no defraudó en un show pensado hasta el último detalle, con integración del circuito de televisión que pasa por las pantallas dentro del mismo espectáculo y con colores y baile. El segundo plato fuerte del sábado era Drake, quien la verdad se superó a sí mismo con la mala fama que traía de Lolla Argentina, sin completar siquiera un show de una hora, dejando un sabor amargo a quienes querían verlo en vivo. Durante la tarde y a pesar del calor que no dejó de faltar en los tres días, entre otros, se sucedieron Villano Antillano, Ases Falsos, Benito Cerati (quien a pesar de su herencia pasó para nuestro gusto levemente inadvertido), Yael Meyer, Benjamin Walker. Aurora, cantante noruega de una voz privilegiada, comenzó su show cuando ya la tarde empezaba a despedirse y el atardecer fue un marco perfecto para su presentación. The Rose, grupo indie coreano, quienes se presentaron en paralelo a Aurora, estuvieron en su presentación constantemente agradeciendo a quienes se acercaron a escucharles. Cigarettes after Sex era también uno de los grupos esperados de la noche, la verdad es que en nuestro caso nunca logramos meternos en su show. Petinellis fue una acertada incorporación de último minuto, con una banda que nunca puede no funcionar.

Foto: Gentileza de Lotus

Para el tercer día, era imposible no asegurarnos con Alex Andwanter, uno de los cantantes pop chilenos más internacionalizables y que cuenta con un show totalmente probado para escenarios como Lolla. Con una presentación de 45 minutos, definitivamente el público que se agolpó bajo casi 30 grados conocía y coreaba sus canciones, incluidas Maricoteca y Qué piensas hacer sin mi amor, sus últimos singles. Luego fue el turno de Yungblud, con una propuesta energética de pop que raya en el punk. Posteriormente, Pánico, en un regreso que ha sido muy potente, Jane’s Addiction, quienes ya son los dueños de casa y que al parecer por tener sideshow dejaron fuera su clásico más conocido. La verdad no enganchamos con el show de 1975, pero sí con el broche de oro: la presentación de Twenty One Pilots, en uno de los mejores shows que se le ha visto en el país a la banda, con lo que la falta en el cartel de Blink 182 quedó totalmente superada.

Foto: Gentileza Lotus

Regreso a casa

Volvimos a la casa cansades, con las zapatillas en la mano, con el bronceado de tres días pegado a la piel, pero muy felices de haber podido asistir a esta versión, que le hizo tan bien a la industria musical chilena en todo aspecto: en lo que implica la generación de trabajos, en lo que significa visibilizar el trabajo de productoras, en lo que se refiere a subir bandas chilenas junto a otras internacionales y con un público que respondió a la convocatoria. Un festival redondo, que nos hace bien, y que nos hace no perder la fe en la música y en el hecho que Chile es una gran plaza de conciertos, cada vez más inclusivos.

Foto:@garygopohoto Gentileza de Lotus

Reporteo: Maite Gutiérrez

Edición: Pamela Gaete

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